Miré a
la ventana con tristeza, el aliento chocaba con el vidrio y lo empañaba. Comencé
a dibujar con el dedo trazos sin sentido.
Hasta
que sentí un abrigo caer sobre mis hombros. Miré hacia el costado.
-
Gracias. – Murmuré con un hilo de voz apenas audible.
-
De nada. – Contestó sentándose a mi lado.
-
Pensé que estabas arriba – Dije señalando el primer piso.
-
Pero sabía que estabas acá, no quería dejarte sola.
-
No era necesario, estoy bien
-
Estas helada.
-
Bueno si, pero…
-
Calla ya, no tiene que negar ayuda.
-
Lo se. – Murmuré. – ¿Sabes que te amo no?
-
Nunca me lo dijiste. – Rió irónicamente – Y yo a ti, y yo a ti…
-
Mañana partiremos en el primer vuelo.
-
Lo se, lo se…
"Cuando escuches un cantar
el de un sinsajo frente al mar
seguro será mi voz
que te acompañ en el alba
el de un sinsajo frente al mar
seguro será mi voz
que te acompañ en el alba
y que te canta...
y que te ama..."
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